domingo, 28 de enero de 2018

DON BOSCO - HOMBRE DE FE

Nos acercamos a la festividad de San Juan Bosco, hoy a las 20:00 h celebraremos en la Iglesia Santuario de María Auxiliadora el primer día del Triduo en su honor. Desde la Hermandad realizaremos, en los próximos días, repasaremos las virtudes a imitar en Don Bosco, modelo de santidad en nuestras vidas. Comenzaremos conociendo a Don Bosco como hombre de fe. 



 Hombre de fe 

 Son múltiples los testimonios en los que argumentan que la fe fue el fundamento y centro de la vida y obra de Don Bosco. 

Las actitudes de fe de Don Bosco se pueden resumir en ocho puntos tal y como se muestra a continuación. 1) Constante preocupación por conocer la voluntad de Dios respecto a su vocación, a la elección de estado, al proyecto de vida, juntamente con una total disponibilidad a seguirla y secundarla por medio de la obediencia a sus guías y superiores. 2) Persuasión de estar bajo una presión de lo divino, de que Dios estaba presente e intervenía en su vida. 3) Ilusión y cuidado de buscar siempre y en todo sólo la “gloria” de Dios y la salvación de las almas. 4) El saber mirar las cosas, los acontecimientos y las personas desde Dios. 5) Actitud esperanzada y hasta optimista sobre el futuro de la Iglesia católica y de la fe cristiana. 6) Celo incansable y a toda prueba en propagar la fe cristiana, en defenderla contra los errores y los herejes; celo sacrificado y creativo en atender espiritualmente a los demás, para poder educar cristianamente a los jóvenes. (Su insistencia en la “salvación de las almas” y su horror al pecado son una expresión concreta de su fe). 7) Espíritu misionero. 8) Preocupación por suscitar, formar y mantener las vocaciones eclesiásticas. 

Para Don Bosco, la fe es fundamental ya que la fe es la que lo hace todo (Memorias biográficas de Don Bosco 1939), es la base y garantía de la fecundidad del apostolado (Memorias Biográficas de Don Bosco 1912).

Las características de su fe son claras y permiten mostrarlas de forma esquemática en 12 puntos. 1) Una fe fuerte que no sucumbe ante las dificultades, que las sabe afrontar y combatir. 2) Una fe entera que acepta todas las verdades y todas las consecuencias de la misma. 3) Una fe llena de esperanza y confianza, fuente de calma y serenidad, origen de la paz y de la fortaleza en las dificultades. 4) Una fe sencilla, sin expresiones raras, difíciles o llamativas, centrada en el cumplimiento de los deberes de cada día, vivida en lo cotidiano. 5) Una fe existencial y concreta propuesta en modelos concretos y normales, en vidas de santos simpáticos y asequibles a los jóvenes; atrayentes para su psicología juvenil. 6) Una fe alegre, basada en la convicción de que la alegría y la vida cristiana no están en contradicción; que la vida cristiana no sólo no es triste por naturaleza, sino que necesita naturalmente expresarse en la alegría. Su frase “servir al Señor con alegría”, expresa y sintetiza su convicción. Fe, fuente de felicidad (Memorias Biográficas 1917). 7) Una fe comprometida, cargada de obras de caridad y de asistencia, de abnegación por los demás. 8) Una fe escatológica, orientada a la vida eterna, propuesta y vivida en íntima relación con los “novísimos”, especialmente con la muerte serena y alegre y con la felicidad eterna del cielo. 9) Una fe sujeta a pruebas. “Alguna prueba es necesaria para reexaminar un poco la fe”. 10) Una fe realista, que conoce su fragilidad y acepta los medios para conservarla y hacerla crecer: oración, eucaristía, confesión, María, buenas lecturas, instrucción, ambiente adecuado, huida de las ocasiones malas. 11) Una fe antropológica que tiene en cuenta todo el hombre, también su cuerpo y su momento presente. 12) Una fe eclesial, sensible a los acontecimientos de la Iglesia y vivida en profunda unión con el Papa y los Obispos. 

Fuentes 

“Memorias biográficas de Don Bosco.” En X, 90. 1939. 
“Memorias Biográficas de Don Bosco.” En VIII, 732. 1912. 
“Memorias Biográficas.” En IX, 937. 1917.

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